
El asesinato del periodista Alejandro Gallegos en Tabasco ha generado una fuerte condena por parte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH). Gallegos, quien fue encontrado sin vida tras haber sido reportado como desaparecido, es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los comunicadores en México.
El hallazgo del cuerpo de Alejandro Gallegos, director del semanario La Voz del Pueblo y columnista en Tabasco Hoy, ha suscitado una ola de indignación tanto a nivel nacional como internacional. La ONU-DH ha exigido a las autoridades mexicanas que se realice una investigación exhaustiva que considere su labor periodística como un posible motivo detrás del crimen. Este caso se suma a la alarmante cifra de periodistas asesinados en México, un país que continúa siendo uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo.
La violencia contra los comunicadores no solo afecta la libertad de expresión, sino que también crea un ambiente de miedo que silencia voces críticas y limita el acceso a la información veraz.La respuesta de las autoridades locales, incluyendo el gobernador de Tabasco, quien prometió «cero impunidad», será crucial para determinar si se tomarán medidas efectivas para proteger a los periodistas y garantizar su seguridad. Este caso no solo es un llamado a la justicia por Gallegos, sino también un recordatorio de la necesidad urgente de abordar la violencia sistemática contra los medios en México.