
En un operativo conjunto, fuerzas federales y estatales de México lograron un histórico decomiso de metanfetamina en el estado de Sinaloa. Las autoridades aseguraron 4,700 litros de metanfetamina líquida y 269 kilos de la droga en forma sólida.
Este decomiso se realizó en un momento de alta tensión entre México y los Estados Unidos, especialmente debido a las presiones del Gobierno de Donald Trump para controlar el narcotráfico. La Administración Trump ha estado considerando incluir a los grupos de crimen organizado mexicanos en la lista de organizaciones terroristas, lo que podría aumentar la discrecionalidad de las autoridades estadounidenses en labores militares, de inteligencia y posibles intervenciones en territorio mexicano.
El operativo se llevó a cabo en un pueblo cerca de Culiacán, la capital de Sinaloa, una región que ha sido escenario de una intensa guerra entre facciones del crimen organizado en los últimos meses. Las autoridades mexicanas han estado intensificando sus esfuerzos contra el narcotráfico, con anuncios diarios sobre el desmantelamiento de laboratorios clandestinos, detenciones y incautaciones de armas.
Desde la llegada al poder de la Presidenta Claudia Sheinbaum, las autoridades han incautado más de 90 toneladas de drogas, decomisado casi 5,000 armas y detenido a 10,148 personas, según cifras oficiales.
Este decomiso es visto como un mensaje de firmeza del Gobierno mexicano hacia las presiones externas y como parte de una estrategia de comunicación que subraya cada golpe al crimen organizado.