La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha respondido a las recientes críticas de líderes canadienses y estadounidenses respecto a la supuesta utilización de México como una «puerta trasera» para la entrada de productos chinos en Norteamérica.
Sheinbaum reiteró que «la idea de que a través de México están entrando productos chinos para llevarlos a Estados Unidos no es correcta». Durante una charla con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la cumbre del G-20 en Brasil, Sheinbaum afirmó que Trudeau le expresó que no está de acuerdo en sacar a México del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), aunque reconoció que existen preocupaciones sobre la inversión china en México.
Líderes provinciales en Canadá, encabezados por Doug Ford, el premier de Ontario, han pedido a Trudeau negociar un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos que excluya a México, argumentando que China está utilizando el territorio mexicano para introducir productos baratos y etiquetarlos como de origen mexicano, lo que estaría causando la pérdida de empleos en Estados Unidos y Canadá.
Sheinbaum refutó estas acusaciones, señalando que Estados Unidos y Canadá también tienen «muchas importaciones de China», por lo que el argumento no tiene sustento. Además, mencionó que la única planta de la marca china BYD en Norteamérica está en Pasadena, California, y no en México.
La viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, compartió las preocupaciones de Estados Unidos sobre que México esté sirviendo como una puerta trasera para que China venda bienes más baratos en el mercado norteamericano, aunque Sheinbaum insistió en que estas acusaciones son parte de una campaña electoral.
México está desarrollando un plan para sustituir las importaciones de China con productos elaborados en empresas mexicanas, con el objetivo de reducir la dependencia de importaciones asiáticas y fortalecer la economía nacional.
Sheinbaum defendió firmemente la continuidad del T-MEC, destacando sus beneficios para los tres países involucrados y reiterando que la posición de México sobre el tratado es firme.