
Este domingo, aproximadamente 30,000 personas acudieron a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma para visitar la tumba del papa Francisco, que fue abierta al público por primera vez. La basílica abrió sus puertas a las 7:00 horas, y desde el amanecer, cientos de personas hicieron cola para entrar y rendir homenaje al pontífice argentino.
El papa Francisco fue enterrado en una ceremonia privada el sábado en el interior de la basílica, después de un funeral solemne en la plaza de San Pedro del Vaticano. Su féretro atravesó la Roma monumental en un cortejo fúnebre hasta llegar a Santa María la Mayor.
La tumba del papa consiste en una lápida de mármol de la región de Liguria, de donde eran sus antepasados italianos, con una sola inscripción: ‘FRANCISCUS’ en latín. La lápida está tenuemente iluminada y se encuentra en una capilla que alberga la ‘Salus Populi Romani’, una Virgen a la que el papa era muy devoto.
Durante la jornada, las colas para entrar a la basílica llegaron a durar hasta dos horas, reflejando el gran interés y la devoción de los fieles hacia el papa Francisco. La basílica se ha convertido en un lugar de culto aún más concurrido tras su fallecimiento[2][3][5].