
Estados Unidos anunció la suspensión de la emisión de visas en su consulado en Bogotá como parte de las represalias contra el Gobierno de Colombia. Esta decisión se tomó después de que Colombia se negara a recibir dos vuelos de deportación de migrantes colombianos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ordenó la «suspensión inmediata de la emisión de visas en la sección consular de la embajada de Estados Unidos en Bogotá». Además, se aprobó la prohibición para viajar a Estados Unidos de «las personas y sus familias que fueron responsables de la interferencia de las operaciones de los vuelos de repatriación estadounidenses».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también anunció la imposición de aranceles del 25% sobre todos los productos colombianos, que se elevarán al 50% dentro de una semana. Se revocarán visas para los altos cargos del Gobierno colombiano y sus familias, y se implementarán inspecciones reforzadas en las aduanas y los controles fronterizos para todos los ciudadanos y mercancías colombianas.
Además, se impusieron sanciones fiscales, bancarias y financieras a Colombia. En respuesta, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que Colombia aplicará aranceles del 25% sobre los productos estadounidenses importados.
Las medidas estadounidenses continuarán hasta que Colombia cumpla con sus obligaciones de aceptar el regreso de sus propios ciudadanos, según indicó el Departamento de Estado[1][3][4].