Casa Blanca celebra el Día de Muertos con una ofrenda en honor a los difuntos. El altar está compuesto por tres niveles, decorados con calaveritas de azúcar, catrinas, pan de muerto, velas, papel picado y figuras mexicanas. Esta celebración refleja el compromiso de la administración con la cultura y las tradiciones de la comunidad latina. La ofrenda es un homenaje a los seres queridos que han fallecido, manteniendo viva la memoria y el legado de aquellos que han partido. Esta iniciativa busca fortalecer los lazos culturales y promover la diversidad en la Casa Blanca.