
El cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, fallecido recientemente, inició sus deliberaciones el 7 de mayo de 2025. En este proceso, 133 cardenales electores se reunieron en la Capilla Sixtina del Vaticano para votar al nuevo pontífice.
A las 21 horas del 7 de mayo, salió humo negro de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que no se había logrado el consenso necesario para elegir al nuevo papa en la primera ronda de votaciones. Este humo negro señala que los cardenales no alcanzaron la mayoría de dos tercios requerida, que es de 89 votos.
Más de 30,000 personas se congregaron en la Plaza de San Pedro para presenciar la primera fumata del cónclave, mostrando gran expectativa y curiosidad por el resultado. Los cardenales permanecen aislados del mundo exterior, sin acceso a internet, teléfonos, televisión o prensa, hasta que se elija un nuevo papa.
Los cardenales juraron guardar el secreto sobre todo lo que ocurre en el lugar de la elección, incluido el escrutinio, antes de iniciar las votaciones. La elección se lleva a cabo en un ambiente de solemne silencio y oración, bajo los magníficos frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.
La espera continúa mientras los cardenales prosiguen con las votaciones para elegir al 267º Pontífice de la Iglesia Católica.