
La audiencia para considerar una nueva sentencia en el caso de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, programada originalmente para los días 30 y 31 de enero, ha sido aplazada hasta el 20 y 21 de marzo. Este retraso se debe al impacto de los recientes incendios forestales en la región de Los Ángeles, los cuales han afectado los preparativos de las partes involucradas en el caso[1][4][5].
Los hermanos Menéndez, actualmente con 56 y 53 años, respectivamente, han pasado más de 35 años en prisión por el asesinato de sus padres, José y Mary Louise “Kitty” Menéndez, en 1989. La defensa de los hermanos argumenta que fueron víctimas de abuso sexual y psicológico por parte de su padre, y han presentado nuevas pruebas, incluyendo una carta de Erik Menéndez que detalla los abusos y el testimonio de un exmiembro de la banda Menudo que también afirmó haber sido abusado por José Menéndez[1][4][5].
La audiencia, que se llevará a cabo en el Tribunal de Van Nuys, buscará determinar si las condenas y sentencias de los hermanos deberían ser revisadas. El entonces fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, había recomendado una nueva sentencia para los hermanos, considerando su rehabilitación en prisión y los traumas que contribuyeron al delito. Sin embargo, el nuevo fiscal de distrito, Nathan Hochman, quien asumió su cargo en diciembre de 2024, necesita tiempo para revisar los documentos del caso antes de tomar cualquier decisión[3][5].
Los hermanos Menéndez comparecerán de manera presencial en la audiencia, lo que será su primera aparición en un tribunal desde julio de 1996, cuando fueron sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional[5].